Asociación Cultural El Piélago: FIESTA CAMPERA 2011: TARDE

domingo, 15 de mayo de 2011

FIESTA CAMPERA 2011: TARDE

Esperando el huevo

A punto de recibirlo

Comienza un nuevo juego

Esta vez de globos con alas

Hay un dicho que más o menos dice así: “si ves oscura la Cabeza del Rosal suelta los bueyes y vete al pajar”. Y la cabeza se oscureció y volvió el chaparrón, esta vez más fuerte y durante más tiempo ¡La desbandada fue general!

El globo está en el aire en la nube oscura de la derecha

Globo azul a punto de llegar a las manos ¿Llegará?

En las alturas en el centro de la foto

Repartiendo los globos para comenzar de nuevo

Algunos conductores lo pasaron mal al volante de sus vehículos en una pista algo empinada, mojada y embarrada. Se comenzaba a dar la comida y muchos optaron por recogerla y marcharse a comer a casa. Bien en casa o en la finca, que paró de llover y pudimos comer con tranquilidad, a todos se nos lleno la tripa de granos. Granos de arroz, la paella estaba buenísima, en su punto y calentita que apetecía. Un sobresaliente para los cocineros y cocineras. No debe ser fácil hacer la comida para tantas personas y que quede bien y en su punto.

Ahora más lejos ¡el impacto será mayor!

Globo claro a punto de llegar

A punto de encuentro con las manos de la chica. Al aldo de la cabeza de Luis

Globo anaranjado en el aire

Una pena los que se marcharon porque después de comer, a eso de 16.30, el astro solar consiguió adueñarse de los cielos, aunque a rotos algunos pabellones de nubes nacaradas amenazaban su hegemonía, pero sólo por unos minutos, en seguida volvía a brillar con toda la fuerza que le da el mes de abril, y el aliento de la primavera.

Buena pose ¿Llegaría bien el globo?

Primer plano

ufffffffffffffff

¿Embedurnado como una cocreta?

En general brilló desde lo alto, endulzó con sus rayos lo que quedaba de día, y nos brindo una agradable tarde de fiesta. Los presentes disfrutamos de los juegos, las vaquillas, y la música, en algunos momentos casi karaoke, con alguna copa de más o de menos. Al final la directiva, con buen criterio, tuvo que cortar la corriente para poder poner fin a la fiesta, ya casi cuando las sombras de la noche comenzaban a caminar entre los árboles, y algún lucero algo madrugador empezaba tímidamente a insinuarse en las alturas.